El poeta jerezano José Manuel Caballero Bonald (1926-) recibió ayer, de manos del príncipe de Asturias este galardón, coincidiendo con el Día del Libro -23 de abril-, aunque este premio se le concedió en noviembre.
En la Red de BE, Pepe Rodríguez nos ha dejado este breve texto de su obra, sobre su encuentro con "los
clásicos", a modo de reflexión, que merece la pena compartir con vosotros:
"MIS CLÁSICOS Y LOS OTROS".
"Ese consabido primer encuentro con los clásicos por las accidentadas
rutas escolares suele ser un desastre. Salvo algún que otro consumo de poesías
líricas de cuño tradicional, el resto de los ejemplos manejados en este sentido
tiende a suministrar al alumno un rechazo ya casi incurable. Mi experiencia
particular no tiene mucho que ver, sin embargo, con toda esa larga serie de
deficiencias pedagógicas, gracias sobre todo al profesor de literatura que me
correspondió los tres últimos cursos de bachillerato en el colegio de los
Marianistas de Jerez. Era un vasco atildado y condescendiente. Un día me
obsequió con una edición del Quijote donde él había señalado los capítulos que
yo debía primeramente leer. Y así lo hice, descubriendo con placer
minucioso algunas vistosas aventuras del andante caballero, y adentrándome por
propia iniciativa en otros tramos del texto cervantino. No llegué a gustar de
todos, algunos incluso me abrumaron, los soporté con bastante dificultad,
pero la experiencia se pareció a un óptimo método de iniciación a la lectura.
Tampoco es que me convirtiera entonces en un adicto a los clásicos, lo cual
habría sido por lo menos alarmante, pero de ahí salté al Lazarillo y luego a
las églogas de Garcilaso y luego a la poesía amatoria de Herrera, y tengo la impresión
de que nada de aquello me resultó dificultoso o aburrido. Pienso que, en el
fondo, lo que aquel infrecuente profesor mío estaba inculcándome era una cierta
voluntad electiva, una libre opción a leer lo que me apeteciera. Nunca me
impuso un texto, nunca me obligó a una lectura, sino que me daba la oportunidad
de escoger mis propios aprendizajes. Al menos en mi caso el sistema tuvo sus
compensaciones. Luego ya las cosas funcionaron sin ningún orden, pero con algún
concierto."
Copias del natural, Ed. Alfaguara, 1999. Pag 367 [Conferencia pronunciada en Los encuentros,
Teatro Campoamor, Oviedo, 21-11-1994]
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